El vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Jonathan Conricus, y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lior Haiat, brindaron una conferencia de prensa con medios extranjeros de la que participó Infobae para brindar información sobre el estado actual de la crisis. En la conversación, dejaron en claro que mientras Hamas continúe lanzando proyectiles a territorio israelí no habrá ninguna posibilidad de diálogo.
Haiat, agregó que además de detener los ataques con cohetes, Israel cancelará sus operaciones una vez que haya destruido los objetivos de infraestructura del grupo terrorista en la Franja de Gaza que posibilitan la fabricación de esos cohetes. “Si no estaríamos como antes de que comenzara todo esto, no podemos volver a estar en esta situación”, aseguró Haiat.
El vocero de las FDI, Jonathan Conricus, afirmó que Irán es un socio clave de Hamas y de la Yihad Islámica en este conflicto. “No controlan los ataques ni coordinan las acciones, pero Hamas y la Yihad Islámica usan el dinero iraní, la supuesta ayuda humanitaria iraní y el conocimiento iraní para fabricar cohetes de a cientos”, aseguró. “La prioridad de Hamas siempre ha sido y sigue siendo construir cohetes para luchar contra Israel”.
“Lamentablemente están focalizado en eso, producen cohetes de a cientos, pero en el futuro no podrán lanzar la cantidad de cohetes que están lanzando ahora porque hemos dado con su infraestructura y con quienes diseñan esas armas”, advirtió.
Además del papel de Irán, analizaron la postura de Turquía, muy crítica con Israel. “La situación de Turquía era muy compleja. Sabemos que tienen vinculaciones con Hamas y nos gustaría que fueran mediadores positivos ya que son muy importantes en la región”, exigió Conricus.
Conricus insistió en la habilidad de Hamas para mezclarse entre la población civil. Afirmó en varias oportunidades que es política del grupo terrorista utilizar a los propios palestinos como “escudos humanos”. Interpelados por el bombardeo de esta tarde sobre la Torre Al Jalaaen Gaza, que causó impacto en la comunidad internacional por albergar oficinas de reconocidos medios de comunicación internacionales como AP, el vocero militar sostuvo que se atacó un objetivo de Hamas. “No era una torre de medios de comunicación. Nosotros estamos comprometidos con garantizar la seguridad de la prensa y que puedan trabajar con libertad, pero en esa torre Hamas tenía oficinas de inteligencia militar”, afirmó. Agregó que dentro de ese edificio se desarrollaban tareas de inteligencia terrorista, con herramientas de alta potencia tecnológica “dentro o sobre el edificio”, explicó excusándose por no dar más detalles para no revelar información clasificada.
“No nos interesa matar civiles, no es nuestro objetivo”, insistió.
Haiat calificó cómo “doble crímenes de guerra” los ataques de Hamas. “Porque cada cohete que lanzan es un crimen de guerra contra la población civil israelí pero también contra la población civil palestina porque lo hacen desde sus barrios, desde sus casas”, acusó.
El vocero de la Cancillería no quiso hablar sobre ninguna declaración de otros países ni sobre sus posturas específicas pero sí exigió a la comunidad internacional que reconozca el derecho a defenderse de Israel y que denuncien a viva voz que Israel es víctima de actos de terrorismo.
Además, advirtió que si Hamas gana poder en la zona bloqueará todo tipo de negociaciones futuras de paz y pondrá en riesgo la estabilidad de todos los países de la región.
Los funcionarios israelíes confirmaron que 10 civiles murieron por los ataques de Hamas y revelaron que hasta el momento fueron lanzados 2.800 cohetes desde Gaza. Además, explicaron que el escudo antimisiles conocido como Cúpula de Hierro logró interceptar más del 90% de esos lanzamientos y que más de 400 cayeron dentro de territorio palestino. “Sabemos que sus cohetes tienen mayor alcance y cabezas más grandes pero no mejoraron su calidad porque tienen una gran cantidad de lanzamientos fallidos”, explicó Conricus que también adelantó que los expertos israelíes están investigando cada uno de los cohetes que cayeron en territorio israelí para descubrir cómo fueron desarrollados.
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