El Cártel del Golfo, uno de los grupos criminales más antiguos y poderosos de México, según la versión oficial, estuvo detrás de la masacre ocurrida en Reynosa, Tamaulipas, el pasado 19 de junio, donde 15 personas inocentes fueron asesinadas al azar.
Estos hechos sucedieron en un contexto en el que la violencia no cesa en México, que tuvo los dos años más sangrientos de su historia en 2019, con 34.682 asesinatos, y 2020 con 34.554.
El domingo, el gobierno de Tamaulipas, a través de la Secretaría de Seguridad Publica (SSP), informó que agentes del Grupo de Operaciones Especiales habían detenido a 8 personas por su “probable participación intelectual y material” en los hechos ocurridos en Reynosa. Con ellos suman, hasta ahora, 13 los detenidos con relación a los homicidios registrados hace una semana.
Entre los detenidos se encuentra Jorge Iván Cárdenas Martínez, alias La Vaca, a quien se identificó como “jefe de plaza” del cártel en la ciudad de Río Bravo, y presunto líder de la matanza.
Cárdenas Martínez fue señalado como “amplio generador de violencia en la región Reynosa-Río Bravo-Matamoros”, quien además contaba con una orden de aprehensión vigente por diversos delitos y por el que la Fiscalía General de Tamaulipas ofrecía (desde 2019) una recompensa de 2 millones de pesos (unos 100.000 dólares), al considerarlo un objetivo prioritario de detención.
“Los jefes de plaza de la organización criminal transnacional Cártel del Golfo son designados para regiones específicas para ayudar a coordinar la importación y distribución de cargamentos de varias toneladas de cocaína, marihuana y otros narcóticos ilícitos dentro de México y Estados Unidos”, informó en su portal la Agencia del Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
“Son los representantes principales del CDG en una región o ciudad en particular, responsables de mantener el control de la región y garantizar el paso seguro de narcóticos. El jefe de la plaza también extrae un ‘piso’ o pago a otros que quieren transportar narcóticos para importarlos a Estados Unidos u operar negocios en esa región”, detalló la organización de inteligencia estadounidense.
El arresto de La Vaca y sus hombres ocurrió la tarde del sábado en la colonia Conquistadores, donde los elementos estatales realizaron un fuerte operativo en un domicilio en el que se encontraban Cárdenas y su escolta. El líder criminal fue retirado de inmediato del lugar, fuertemente custodiado por agentes estatales y trasladado a Reynosa.
En la detención se apuntó que también se aseguraron 8 vehículos; 16 armas de diversos calibres, dos de ellas de alto poder y más de 3.900 cartuchos útiles de diversos calibres. Además de 80 cargadores, 8 chalecos balísticos, 2 granadas y equipamiento táctico, así como un paquete con presunta marihuana.
Las ocho personas fueron presentadas junto con los diversos aseguramientos ante el agente del Ministerio Público correspondiente. El pasado jueves la Guardia Nacional informó de la detención de las cinco primeras personas relacionadas con los ataques armados del fin de semana en la frontera con Estados Unidos.
Reynosa, junto con otras ciudades fronterizas como Matamoros y Nuevo Laredo, es uno de los bastiones históricos del Cártel del Golfo, a la vez que funge como bastión de la organización tras el debilitamiento de Los Zetas, sus rivales principales.
Son varios los grupos criminales que se disputan el control de las economías ilegales y los puntos de control de la frontera, como el Puente Internacional Pharr, dijo a InSight Crime Guadalupe Correa, profesora de la Universidad de George Mason en Virgina, Estados Unidos.
“Hoy en día no solo hablamos de una sola célula del Cartel del Golfo en la frontera, ya que no operan de manera cohesionada […] hablamos de varias células. También hay presencia de varias grupos previamente asociados a Los Zetas […] muchos de ellos no solo se dedican al narcotráfico sino también al secuestro, extorsión, venta de combustible y la piratería”, explicó la profesora.
Entre las víctimas de la masacre había enfermeras, albañiles, estudiantes y taxistas. Una versión apuntaba a El Maestrín, operador de Los Ciclones, brazo armado del Cártel del Golfo, como el responsable de dar las órdenes de entrar a Reynosa, bastión de Los Metros, otra célula del CDG en disputa.
Según esa versión, El Maestrín habría ordenado abrir fuego contra quien fuera y provocar una masacre.
Juan Miguel Lizardi Castro, alias el Maestrín es identificado como uno de los operadores del Cártel del Golfo. Este hombre, según uno de los sicarios que habrían participado en la masacre, envió a células delictivas del CDG, a Reynosa, un territorio controlado en su mayoría por la banda delictiva Los Metros.
El Cártel del Golfo, que durante años controló la llamada frontera chica, entre Tamaulipas y Texas (EEUU), quedó muy debilitado desde la captura de Mario Armando Ramírez Treviño, alias el Pelón y/o X-20, en 2013. La detención provocó la fractura de la organización en las facciones Los Metros, Ciclones y Rojos.
La primera opera principalmente en los municipios de Reynosa, Mainero, Villagrán, Hidalgo, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz.
La facción de los Ciclones y su brazo armado los Escorpiones, controlan las regiones de Matamoros, San Fernando, Río Bravo, Valle Hermoso y Victoria. En tanto, la célula delictiva de Los Rojos se encuentran asentados en Altamira, Tampico y Ciudad Madero.
La ruptura del Cártel del Golfo también provocó el nacimiento de la facción llamada Panteras, identificados en las zonas de Abasolo, Soto de la Marina, Aldama y González. Asimismo, en el estado operan otros dos grupos criminales: Los Zetas, con su brazo armado Zetas Vieja Escuela y el Cártel del Noreste.
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