Por Yury García y Alexndra Valencia
GUAYAQUIL/QUITO, Ecuador, 30 sep (Reuters) -Ecuador buscó el jueves restablecer el orden en una de sus cárceles más grandes después de que un motín esta semana dejó al menos 116 reclusos muertos, el último episodio de violencia que las autoridades han vinculado con pandillas que compiten por el control de rutas del narcotráfico.
La Policía Nacional dijo que envió a 400 agentes a la Penitenciaría del Litoral en la provincia del Guayas para recuperar el control, tras el acto de violencia carcelaria más mortífero en la historia del país sudamericano, en el que también resultaron 80 reclusos heridos.
Los agentes incautaron tres artefactos explosivos encontrados en el centro de detención.
"Seguiremos interviniendo en todo el centro penitenciario durante todos estos días", dijo la comandante de la Policía, Tannya Varela, a periodistas. "La policía seguirá actuando para recuperar el control de estos centros penitenciarios".
Las autoridades han vinculado los enfrentamientos anteriores de pandillas locales rivales con nexos a grupos criminales transnacionales que se disputan el control del tráfico de drogas en Ecuador.
El director del Centro de Inteligencia Estratégica de Ecuador, Fausto Cobo, dijo que la violencia está "conectada con otros temas graves" al ser consultado la noche del miércoles si los enfrentamientos estaban relacionado con el narcotráfico. "Este es un tema que va más allá del asunto penitenciario, ésta es una amenaza contra el Estado ecuatoriano".
Si bien no es un gran productor de droga, Ecuador es un importante centro de tránsito de cocaína producida en los vecinos Colombia y Perú con destino a Estados Unidos y Europa, gran parte de ella ocultada en contenedores de carga legítimos que parte del puerto de Guayaquil, según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos de marzo del 2021.
El presidente Guillermo Lasso declaró estado de excepción en todo el sistema carcelario y dijo que liberará fondos y enviará fuerzas de seguridad adicionales a las cárceles del país para evitar que se repitan los enfrentamientos.
El jueves en la mañana, familiares de los reclusos de la cárcel se reunieron frente a la morgue policial en Guayaquil esperando información sobre los muertos en medio de llanto y desesperación, dijo un testigo de Reuters. El perímetro de la prisión estaba fuertemente custodiado por militares.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó los hechos y llamó a Ecuador a evitar que grupos criminales operen desde dentro de las penitenciarías.
"La CIDH insta nuevamente al Estado de Ecuador a investigar de oficio e implementar acciones para evitar una repetición, como aumentar la seguridad y vigilancia en las penitenciarías", escribió en Twitter el ala de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos, con sede en Washington.
(Reporte de Alexandra Valencia; escrito por Luc Cohen; editado por Carlos Serrano y Manuel Farías)
