Los sandinistas se quedaron con 75 de los 90 escaños en el Parlamento
Managua, 26 nov (EFE).- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asumirá el próximo 10 de enero su quinto mandato de cinco años y cuarto consecutivo con un control absoluto del Parlamento, luego que los sandinistas obtuvieran 75 de los 90 escaños de la Asamblea Nacional tras el escrutinio final de las controvertidas elecciones generales divulgado este viernes.
Según publicó el Consejo Supremo Electoral (CSE) en el Diario Oficial, La Gaceta, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), considerado como aliado de los sandinistas por la oposición excluida de los comicios, obtuvo nueve parlamentarios, más el que corresponde por ley al candidato presidencial que quedó en el segundo lugar, que pertenece a ese colectivo.
Los minoritarios Partido Liberal Independiente (PLI) y Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) tendrán dos legisladores cada uno, y la Alianza por la República y el partido indígena Yatama uno cada uno.
Para el Parlamento Centroamericano (Parlacen), el oficialista FSLN se quedó con 15 de los 20 diputados, dos el PLC, uno PLI, uno ALN y uno Apre.
Los 90 diputados nacionales electos, más el segundo candidato presidencial más votado, que fue Walter Espinoza, del PLC, tomarán la promesa de Ley ante el CSE el 9 de enero de 2022.
En tanto, los diputados electos ante el Parlacen lo harán el 15 de enero próximo.
DEJAN SIN DIPUTADOS A PARTIDO QUE DENUNCIÓ "FRAUDE"
El partido Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), que denunció un presunto fraude electoral a favor de los gobernantes sandinistas, que se adulteró la cifra de votantes; que la participación fue de un 25 % y que ganó el "no voto", no obtuvo ningún diputado.
Al candidato a la presidencia del CCN, el reverendo y diputado ante el Parlacen, Guillermo Osorno, que fue el tercero más votado en las presidenciales y pidió anular los comicios, le cancelaron la licencia de un canal de televisión y a una radioemisora de su propiedad después que hizo la denuncia.
Los comicios generales celebrados el 7 de noviembre pasado, en los que Ortega se impuso con un 75,87 % de los votos, con sus principales contendientes en prisión, no han sido reconocidos por el grueso de la comunidad internacional.
La 51 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró que las elecciones "no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática"; Estados Unidos la calificó de "pantomima"; y la Unión Europea (UE) de "fake".
Por el contrario, entre los países que han felicitado a Ortega por su reelección se encuentran sus aliados de Bolivia, Corea del Norte, Cuba, Irán, Palestina, Rusia, Siria, Venezuela y Vietnam.
Esas elecciones, en las que también fue reelegida como vicepresidente Rosario Murillo, esposa de Ortega, estuvieron marcadas, entre otros, por la ausencia de siete potenciales candidatos a la presidencia de la oposición que fueron encarcelados previo a las votaciones acusados de "traición a la patria, entre ellas la independiente Cristiana Chamorro, la favorita, según las encuestas.
También por la eliminación de tres partidos políticos opositores, la derogación de la observación electoral y el establecimiento de leyes restrictivas.
Ortega, un exguerrillero de 76 años, quien gobierna desde 2007 tras haberlo hecho de 1979 a 1990, podrá permanecer en el cargo hasta enero de 2027 y cumplir 20 años seguidos en el poder, un caso inédito en la reciente historia de Nicaragua y Centroamérica.