Nicaragua: la oposición pidió a la OEA que suspenda el derecho de participación del régimen de Ortega
La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco solicitó este viernes al Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que aplique a Nicaragua el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, en su sesión del próximo 29, en la que analizará la situación de país centroamericano, lo que conllevaría a la suspensión del régimen de Managua de su derecho de participación.
“Hoy más que nunca exhortamos a los Estados Miembros del Consejo Permanente de la OEA a proceder en la aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana”, abogó la Unidad en una declaración.
“Por el bien del sistema interamericano, es importante decirles a todos los dictadores del hemisferio que su irrespeto total a los compromisos del sistema tiene consecuencias”, agregó.
El proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua se inició en diciembre de 2018 por “rompimiento del orden constitucional”. De concretarse, el país centroamericano sería suspendido de la OEA, pese a lo cual estaría obligado a cumplir con sus obligaciones ante el organismo.
Según la oposición de Nicaragua, Ortega rompió el orden democrático entre 2018 y 2019 cuando se negó a cumplir con una serie de recomendaciones de la OEA para dar una salida pacífica a la crisis sociopolítica que dejó al menos 355 muertos, conforme el conteo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis de Nicaragua se agravó con las elecciones del pasado día 7, que extendieron en cinco años el mandato de Ortega, y cuya legitimidad fue rechazada por la OEA y parte de la comunidad internacional.
Ello, ante el encarcelamiento de siete aspirantes a la Presidencia por la oposición, la eliminación de tres partidos políticos opositores, la derogación de la observación electoral y el establecimiento de leyes restrictivas.
Ortega respondió retirando a Nicaragua de la OEA, decisión que se hará efectiva dentro de dos años.
El proceso de salida se inició la semana pasada cuando el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, presentó al secretario de la organización, Luis Almagro, una denuncia por “intromisión” en los asuntos internos y le trasladó el consiguiente deseo del país de “abandonar la entidad”.
“Nicaragua defiende la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo, en respeto a su ordenamiento jurídico interno y los dictámenes mundiales”, objetó Moncada, que indicó que “frente a las acciones violatorias de la OEA y Estados Unidos, manifestamos nuestra renuncia a esa organización, instrumentalizada bajo intereses del país norteño”.
“Estamos renunciando y desvinculándonos de esa organización, dando por terminado el vínculo del Estado nicaragüense y la OEA”, dijo entonces.
Poco antes, el Tribunal Supremo de Justicia había pedido a Ortega que iniciara el proceso de retirada de la OEA mediante la denuncia de la Carta del organismo, sumándose así a la petición del Parlamento.
“El pueblo de Nicaragua tiene que estar claro que, aun cuando Ortega irresponsablemente nos quiera aislar del mundo, los compromisos del Estado de Nicaragua con el sistema interamericano son irrenunciables, y seguirán siendo de obligado cumplimiento. El respeto a los Derechos Humanos y a los fundamentos de la democracia son preceptos constitucionales que están por encima de Ortega y su régimen”, señaló la Unidad.
Para que la Carta Democrática Interamericana sea aplicada a Nicaragua se necesitan 24 de los 34 votos de la OEA, es decir, dos tercios.
El pasado día 12, la 51 Asamblea General de la OEA resolvió rechazar las elecciones de Nicaragua con 25 votos a favor, uno en contra (Nicaragua), siete abstenciones, y un ausente.
En sus 70 años de historia, la OEA solamente ha suspendido a los Estados de Cuba y Honduras.
(Con información de EFE)
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