La Iglesia católica de Nicaragua reclamó este martes la liberación de más de 150 opositores presos en el marco de la crisis política que vive el país desde hace más de tres años.
"Deseamos en esta Navidad, haciendo eco del sentir del pueblo santo de Dios, que quienes están privados de libertad por delitos menores o por causas vinculadas a la política puedan tener una Navidad en libertad", exhortó en un comunicado la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes.
La iglesia, con la que el gobierno mantiene tensas relaciones, se pronunció luego que las autoridades dejaron este martes en libertad condicional a más de 1.000 reos comunes, entre los que no figura ninguno los opositores detenidos.
Los reos salieron bajo el conocido "régimen de convivencia familiar", un beneficio legal que permite a los prisioneros con condenas menores a cinco años terminar de cumplir la sentencia en sus casas.
Con este grupo, las autoridades dicen que ya sacaron de las cárceles a 26.386 presos desde diciembre del 2016 hasta.
Pero siguen presos más de 150 opositores, entre ellos siete dirigentes políticos que aspiraban a participar en los comicios de noviembre, en los que el presidente Daniel Ortega obtuvo su cuarto mandato consecutivo tras un cuestionado proceso electoral.
El gobierno argumenta que los opositores detenidos son "criminales" que buscaban desestabilizar el país, como ocurrió durante las protestas que pidieron la dimisión del mandatario en 2018.
La represión de esas manifestaciones dejó al menos 355 muertos y más de 103.000 exiliados, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El gobierno dijo que las protestas eran parte de un fallido golpe de Estado promovido por Estados Unidos con el apoyo de la oposición y otros sectores, entre los que menciona continuamente a la Iglesia Católica, que durante la crisis dio refugio a muchos manifestantes heridos.
En su comunicado, el arzobispado también se solidarizó con el sacerdote Silvio Fonseca, crítico del gobierno, quien fue impedido de viajar en noviembre a Estados Unidos por las autoridades migratorias nicaragüenses.
Ortega, un exguerrillero de 76 años que gobierna desde el 2007, tomará posesión de su nuevo mandato el próximo 10 de enero, junto con su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
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