La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León (FGJE), identificó a dos cuerpos más entre los ocho encontrados en una fosa clandestina del municipio de Salinas Victoria, el cual se ubica a 37 kilómetros de Monterrey. Las víctimas fueron reconocidas gracias a pruebas de genética que se realizaron a sus cuerpos.
Víctor Manuel Aranda Velázquez, de 35 años, y Roberto Carlos Almanza Muñoz, de 36 fueron identificados por peritos de la FGJE, ambos habían sido reportados como desaparecidos desde hace meses por sus familiares, quienes reclamaron sus restos.
Las autoridades reportaron previamente que se había identificado a dos víctimas más, pues fueron encontrados los cadáveres de Allison Marie Guajardo Pecina, de 23 años, y Debanhi Sanjuanita Jaditzi Guajardo Soto, de 28, quienes eran primas y habían desaparecido el pasado 30 de noviembre en el municipio aledaño de Ciénega de Flores. Todas las víctimas fatales murieron por lesiones de arma de fuego.
La fosa clandestina fue descubierta el pasado martes 14 de diciembre, cuando un habitante del municipio, quien se disponía a recolectar leña a los alrededores del lugar, detectó un olor putrefacto, además de restos de ropa, por lo que alertó a las autoridades, quienes se desplazaron al lugar para realizar un reconocimiento.
Según los primeros reportes, en el lugar se encontraron los cuerpos de tres mujeres, dos hombres y los huesos de otra persona; aún no se cuenta con los datos de los demás cadáveres encontrados en la fosa.
Autoridades estatales han informado que se encontraron cordones de tela y plástico en el perímetro, así como cinta adhesiva, un celular, una cobija y cables. El colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (Fundenl) exigió a la fiscalía y a la Comisión Local de Búsqueda hacer públicos los avances sobre la investigación y el catálogo de prendas y objetos encontrados, con el fin de facilitar el reconocimiento de los cuerpos.
De acuerdo con lo dicho por el colectivo, el hallazgo de la fosa se dio gracias a los esfuerzos de personas que buscan a sus familiares a lo largo del estado, reportes de ciudadanos o confesiones de delincuentes, pero no por investigaciones de autoridades, por lo que reprobaron el nulo esfuerzo de las fuerzas de seguridad.
Fundenl pidió a los habitantes de la zona que sospechen de la presencia del cuerpo de su familiar en la fosa, proporcionar el ADN de al menos dos individuos consanguíneos, pues de esta manera se podrá comprobar la identidad del cadáver.
“A nuestras compañeras y compañeros, les enviamos fuerza y les reiteramos la importancia de que cuenten con el ADN de al menos dos familiares directos de la persona desaparecida”, comunicó el colectivo.
El registro oficial de personas desaparecidas de Nuevo León, se desconoce el paradero de 5,790 personas en la entidad, lo cual coloca al estado del noreste mexicano en el cuarto sitio entre las entidades con más casos a nivel nacional.
Fuentes cercanas a la investigación han asegurado que las personas encontradas en la fosa podrían haber perdido la vida a manos de sicarios del Cártel del Noreste, pues esta organización criminal opera en esta ruta, la llamada “Carretera de la Muerte”.
Por medio de este camino, los habitantes de lugares aledaños a la zona pueden acceder a la frontera con Texas, lo cual lo convierte en un lugar estratégico para el tráfico de cualquier tipo, además de ser un lugar ideal para los delincuentes que deciden instalar barricadas improvisadas, con las cuales detienen a automovilistas que suelen ser sus víctimas.
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