El ex agente Iván Reyes Arzate acordó que le confisquen USD 290 mil obtenidos del narco
Iván Reyes Arzate, la Reina, ex agente de la Policía Federal, acordó con autoridades del Distrito Este de Nueva York que le fueran confiscados al menos 290 mil dólares obtenidos por sobornos de cárteles como el de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
Tras declararse culpable en esa corte en octubre pasado, el ex comandante de la Unidad de Asuntos Sensitivos de la corporación, aceptó que el dinero derivó de cualquier ganancia relacionada directa o indirectamente con los cargos que enfrenta por colaborar en la distribución de droga a Estados Unidos.
Convertidos a pesos mexicanos, el monto se trata de 5.8 millones, cuya propuesta de decomiso fue presentada este 29 de diciembre por los fiscales neoyorkinos ante el juez Brian Mark Cogan que lleva el caso.
El ex agente federal colaboró con una organización criminal hasta ahora poco conocida, denominada El Seguimiento 39. En noviembre de 2016, mientras participaba en una investigación conjunta contra el mega cartel con autoridades policiales estadounidenses, Reyes Arzate se reunió con los líderes de la facción delincuencial.
Con ellos compartió información sobre la investigación que se les seguía y aceptó un soborno de 290 mil 000 dólares por colaborar. Se trata del mismo dinero que los fiscales neoyorkinos han propuesto asegurarle.
Aún queda que la autoridad judicial apruebe la moción, pero se presume que ese decomiso se daría como parte de la sentencia que Reyes Arzate recibirá el próximo 9 de febrero de 2022 a las 10:45 horas (tiempo local) en la sala del tribunal 8D Sur.
El nuevo horario fue modificado el pasado 28 de diciembre, pues la condena se anunciaría la próxima semana, el 6 de enero. Podría recibir una condena mínima de 5 años y cuatro décadas de prisión como máximo. Pues auqnue se le acusaba de tres cargos por conspirar para traficar, poseer y distribuir cocaína sólo se declaró culpable de uno.
La Reina está ligado al ex jefe de la Secretaría de Seguridad federal, Genaro García Luna, quien también enfrentará un juicio en la misma corte de Nueva York por colaborar con el Cártel de Sinaloa del 2000 al 2019. Incluidos los años que desempeñó niveles más altos en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
El ex funcionario ha admitido su participación para traficar cocaína ante el tribunal de Brooklyn, como parte de un acuerdo con la fiscalía que le permitirá obtener una condena más reducida.
“Reyes Arzate hizo la vista gorda con los narcotraficantes, permitiendo que las empresas criminales operaran con impunidad, mientras se desempeñaba como Comandante en la Policía Federal Mexicana”, declaró el agente especial a cargo de la agencia antidrogas (DEA) de Nueva York, Ray Donovan, en octubre pasado.
El Seguimiento 39 trabajaba con múltiples grupos criminales como el Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo y Los Zetas, y era protegido por las autoridades mexicanas. No sólo movía grandes cantidades de su propia cocaína y marihuana a EEUU, sino que líderes de otros cárteles le confiaban el envío de sus drogas.
La acusación asegura también que el desconocido grupo criminal trasladaba coca sudamericana de Centroamérica a México, utilizando botes, aviones y vehículos comerciales, para luego introducirla a Texas y California. Todos fueron protegidos por Iván Reyes Arzate en cooperación con otros oficiales mexicanos corruptos.
“Eligió servir egoístamente a sus propios intereses aceptando cientos de miles de dólares en sobornos de los cárteles a cambio de información sensible sobre las investigaciones estadounidenses”, añadió sobre el caso Ricky J. Patel, agente especial a cargo interino del departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York.
Los agentes de la Unidad de Asuntos Sensitivos en México trabajaban con fuerzas del orden de EEUU paea combatir el tráfico de narcóticos, lavado de dinero y otras actividades delictivas. De 2003 a 2016, Reyes Arzate fue agente federal de la policía mexicana asignado a esa dependencia de cooperación binacional.
Ya en 2008, fue nombrado comandante de la misma instancia, lo que lo convirtió en oficial de más alto rango y principal punto de contacto para el intercambio de información entre el personal policial mexicano y estadounidense.
Se entregó a la justicia de Estados Unidos en 2017 por obstruir una investigación contra los Beltrán Leyva y en 2018 fue sentenciado en Illinois a 40 meses por los cargos, pero tan pronto salió libre. Sin embargo quedó arrestado nuevamente en enero de 2020, un mes después que García Luna. Durante su arresto ha confesado sobre sus colaboradores y los criminales que protegió.
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