La Justicia rechazó la recusación de Cristina Kirchner contra los jueces y el fiscal Luciani en el juicio por la obra pública
El Tribunal Oral Federal 2 rechazó ayer a la noche la recusación que la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kichner, presentó contra uno de dos sus integrantes, los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini, y contra el fiscal Diego Luciani por su supuesta amistad al integrar un equipo de fútbol que jugó torneos en la quinta “Los Abrojos” del ex presidente Mauricio Macri. También fue rechazada la recusación contra el fiscal Sergio Mola.
La defensa de Cristina Kirchner, principal acusada en el juicio oral por la obra pública que recibió el empresario Lázaro Báez, recusó a Giménez Uriburu por parcial y a Luciani por pedida de objetividad. A eso planteo se sumaron las defensas de Báez y de los ex funcionarios Julio De Vido, Carlos Kirchner y Nelson Periotti. Este último también recusó a Mola por una visita a la Casa Rosada y porque a su jura como fiscal asistieron funcionarios públicos del PRO.
“Las vinculaciones personales que pretenden construirse entre los tres funcionarios públicos recusados con integrantes del partido político opositor a los aquí imputados resulta, a todas luces, carente de elementos de prueba que permitan validarla y otorgarle los efectos jurídicos que se pretende”, señalaron los jueces Jorge Gorini y Andres Basso en su resolución de 19 páginas a la que accedió Infobae. Los camaristas hablaron de “la mala fe procesal en la que incurrieron las defensas”.
El diario Pagina/12 publicó a principio de semanas fotos de Luciani y Giménez Uriburu como integrantes del equipo de fútbol Liverpool que jugó partidos en la quinta de Macri. La defensa de la vicepresidenta, a cargo del abogado Alberto Beraldi, los recusó porque señaló que esa amistad manifiesta debió haber sido informada y así se encontraban lesionadas la garantía del juez imparcial y el principio de objetividad del fiscal.
Por su parte, Mola fue recusado porque en 2016 se reunió en la Casa de Gobierno con el entonces secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, y porque a su jura como fiscal asistieron Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad de la Nación, Cristian Ritondo, ex ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, y Julio Conte Grand, procurador General de la provincia de Buenos Aires.
En la audiencia de juicio de ayer Luciani y por escrito Giménez Uriburu señalaron que no son amigos. Que se conocen hace muchos años de tribunales, que trabajaron juntos, que integran el equipo Liverpool pero que no tienen una relación de amistad. El fiscal también señaló que no tiene relación con Macri ni con ningún funcionario de su gobierno y que así como comparte una actividad deportiva con el juez Giménez Uriburu también tuvo actividades académicas con funcionarios de este gobierno, como es el caso del viceministro de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena.
“Al parecer existe una campaña, desconozco si está articulada o no, tendiente a a ejercer presión sobre cualquier aspecto de mi vida que no tiene que ver con mi función. Y eso denota una intención muy clara de desgastarme psicológicamente”, dijo Luciani en la audiencia.
Por su parte, Giménez Uriburu sostuvo que la última vez que fue a jugar a la quinta de Macri fue en 2017, antes de salir sorteado para intervenir en el juicio de la obra pública y que nunca tuvo contacto con el ex presidente. También que en ese lugar se juegan campeonatos desde los años 80 y que pasaron gran cantidad de equipos y de personas, por lo que los que iban no era porque tenían una amistad con Macri.
Mola también contestó en la audiencia al recusación. Sostuvo que su reunión en Casa Rosada fue por un tema de su función como fiscal por un tema del aeropuerto de Ezeiza. Se trató de un encuentro oficial y que así quedó registrada con su nombre y documento porque no había nada que ocultar. Sobre la jura dijo que fueron invitados los funcionarios con los que por su trabajo más interactuaba y que si hubiese sido 10 años hubiesen estado otros funcionarios de las mismas áreas.
Los jueces Gorini y Basso señalaron primero que las recusaciones fueron presentadas fuera de plazo. Explicaron que el Código establece que un tiempo para hacerlo desde que son son citados a juicio y que ese plazo venció en julio de 2018. Los magistrados señalaron que si bien la información se hizo masiva esta semana todos los datos estaban disponibles para las partes: los antecedentes de Luciani y Giménez Uriburu en las paginas oficiales del Poder Judicial y de la Procuración General, que integran el equipo Liverpool en su pagina de Facebook que es abierta, la jura de Mola publicada en el sitio de noticias Fiscales y el registro de entradas a la Casa Rosada había sido publicado por Poder Ciudadano.
“Nótese que en definitiva todos los casos traídos a consideración se reducen a información disponible para el público en general, fácilmente accesible (a través del motor de búsqueda online de mayor utilización a nivel mundial: www.google.com). La novedad a su alrededor para algunas de las defensas, si efectivamente es tal, únicamente se debe a la responsabilidad de aquellas partes que no efectuaron las tareas de averiguación e indagación pertinentes a su cargo. La reciente repercusión mediática no los convierte en hechos públicos, condición que ostentaban desde mucho antes. Sólo les otorga notoriedad, calidad que jamás puede ser interpretada en relación de antonimia con la clandestinidad”, explicaron los camaristas.
También sostuvieron que el Código establece que el juez y el fiscal deber apartarse de un caso si tienen “amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados” y que los interesados son “el imputado, el ofendido o damnificado y el civilmente demandado, aunque estos últimos no se constituyan en parte”. Y que eso alcanza a los acusados del juicio y no al resto de las partes, entre ellos los jueces, el fiscal y los abogados.
“Tanto el Dr. Luciani como el Dr. Giménez Uriburu han dado cuenta de los pormenores de la relación que los une, explicando los espacios en los que han coincidido en el pasado y también los límites que enmarcan su vínculo. En base a la información que aportaron en la audiencia llevada a cabo en el día de la fecha y en el escrito presentado, respectivamente, nos encontramos ante la evidencia de que la ´íntima amistad´ por la que las defensas pretenden su recusación, no es más que un relato construido sobre la base de imágenes de las que difícilmente pueda colegirse esa conclusión”, dijeron Gorini y Basso.
“Observamos que una cancha de fútbol en el marco de un torneo deportivo abierto a la comunidad, en el que participan una variedad de equipos según la época en la que se trate, acabó convertida sin mayores miramientos ni esfuerzos argumentales en la mesa chica de un ex primer mandatario del país -que por cierto no tiene ni ha tenido intervención alguna en este proceso-, y quienes participaron de los encuentros futbolísticos allí celebrados por más de cuarenta años, en sus aliados políticos”, agregaron.
Y por último señalaron que “resulta entendible, si se quiere, que a merced de marcados saltos y fallas en el razonamiento se construya una narrativa en los medios de comunicación, pero lo que es llamativo es que, sin más, se pretenda incorporar a un proceso judicial esa misma tónica discursiva”. Para los jueces “no es lo mismo participar de un torneo de fútbol que ser invitado por el anfitrión a participar de un encuentro personalizado. Idéntico juego de palabras podría realizarse alrededor de la jura formal del Dr. Mola en la sede de la Procuración General de la Nación y una eventual connivencia con los asistentes a la ceremonia”.
Así, el tribunal rechazó las recusaciones.
Pero en la audiencia del juicio de ayer -la sexta jornada de alegatos de la Fiscalía- la defensa de Cristina Kirchner amplió la recusación contra Giménez Uriburu y también pidió el apartamiento de Gorini. El pedido tambien fue rechazado.
Fue tras otra publicación de Pagina/12 que dio cuenta de que ambos jueces tuvieron reuniones en 2017 y 2018 con la entonces ministra de Seguridad Bullrich.
El abogado de Cristina Kichner señaló que una de las reuniones fue el 23 de agosto de 2018. El encuentro fue solicitado por Gorini, estuvo Giménez Uriburu y fue para discutir proyectos para la lucha contra el narcotráfico. Beraldi señaló que fue cuando el Tribunal ya tenía la causa de la obra pública y que Bullrich integraba el gobierno que impulsó esa denuncia. El segundo encuentro citado fue el 5 de junio de 2017 cuando Gorini se entrevistó con Bullrich para hablar de temas de corrupción en fuerzas de seguridad.
“Estas visitas generan a la defensa un temor objetivo de parcialidad. Existen reglas muy precisas de cómo se deben convocar a los magistrados y que no tengan contacto con los funcionarios del Poder Ejecutivo”, dijo Beraldi.
Luego Gorini le contestó a Berladi los motivos de cada encuentro para que decida si avanzaba con la recusación. El juez explicó que la reunión del 2018 fue cuando se conoció la detención en pijama del ex vicepresidente Amado Boudou. Para entonces la Corte Suprema estaba cerca de resolver la causa por la tragedia de Once y si confirmaba las condenas los acusados quedarían detenidos. Gorini explicó que con Giménez Uriburu se reunieron con Bullrich para pedirle que no ocurra lo mismo con los acusados de Once. “En este juicio participan abogados de esa causa que pueden dar fe que no trascendieron fotos”, dijo el magistrado.
La reunión del 2017 fue, explicó Gorini, por el juicio del encubrimiento del atentado a la AMIA. El juez relató que sufrió un hecho de inseguridad sugestivo y se reunió con Marcela Rodríguez, entonces ministra de Seguridad de Cristina Kirchner, por esa situación. La ministra dispuso un dispositivo de seguridad personal sobre el juez a cargo de la Policía Federal. Gorini relató que cuando la Policía Federal fue transferida a la ciudad se reunió con Bullrich para que se mantuviera la custodia.
El planteo de la defensa fue rechazado in limine por el tribunal. El juicio se reanudará el martes con la séptima jornada de alegatos de la Fiscalía
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