Zoila Cáceres: su interés por la educación femenina y cómo estableció el colectivo “Feminismo Peruano”
Hija del mariscal Andrés Avelino Cáceres y la señora Antonia Moreno, Zoila Aurora Cáceres, Aurora Cáceres, ZAC o Evangelina -las cuatro maneras con las que es posible encontrar su firma en las distintas obras literarias- fue una mujer con valentía y patriotismo. Tuvo un gran interés por la educación femenina, la cual fue inculcada por su maestra Clorinda Matto, y aquí te contamos su historia.
Evangelina, seudónimo con el que se le reconocía, forjó un discurso reivindicativo de las mujeres en general, pero en especial de las peruanas. Participó en varias conferencias, como parte de ellas o animando la creación de distintas agrupaciones donde el respeto y la igualdad de derechos hacía la mujer era el principal objetivo. Creadora literaria de primer nivel, incluso algunos la nombran como ‘La Primera Historiadora Peruana’.
Su educación
Desde pequeña tuvo acceso a una educación más que digna, iniciando en el colegio Sagrado Corazón de Belén y que era complementada con tutores particulares. Cuando terminó la escuela siguió cursos en el extranjero, lo que la invitó a aprender idiomas como el inglés, francés y alemán. Además, se graduó en la Escuela de Altos Estudios Sociales de la Sorbona de París.
Fundación del “Feminismo Peruano” y su aporte
A pesar de la indudable participación femenina en la Guerra del Pacífico (1879-1883), a inicios del siglo XX las mujeres en el Perú no gozaban de los mismos derechos que los hombres. Sus derechos estaban todavía limitados a un conjunto de leyes que las mantenía en una condición de dependencia. Este es el contexto en que la propuesta feminista de Zoila Aurora Cáceres fundó sus raíces.
Antonia Moreno, su madre, apoyó reclutando soldados y enviando armas a la resistencia liderada por su esposo, Andrés Avelino Cáceres. en la Guerra entre Perú y Chile. Esta imagen aguerrida influyó en el modelo femenino que la todavía pequeña Zoila Aurora forjó en su mente. A su vez, ya tenía muy instalado dentro suyo la idea del acceso a la educación para las mujeres.
Es así que una de las primeras contribuciones mejorar las condiciones educativas se dio en 1905 y fue la fundación del “Centro Social de Señoras”. Esta particular institución les permitió a las mujeres aprender oficios con el objetivo de insertarlas en el espacio público y que puedan afrontar sus carencias económicas. Años más tarde, el centro educativo logró consolidarse como una escuela comercial que facilitó herramientas para que trabajaran en empleos acordes con el crecimiento industrial como oficina de correos, tiendas comerciales, telefonía, telégrafos, entre otros.
Zoila Cáceres quiso ir más allá. A la roforma educativa que ya había logrado y entonces le añadió el feminismo sufragista, con la idea que las mujeres en el Perú puedan votar. Con el objetivo de concientizar a la población sobre esto, fundó el “Feminismo Peruano” en 1924 y con este colectivo empezó a realizar una serie de intervenciones públicas, tal cual lo hicieron María Jesús Alvarado y Miguelina Acosta, quienes también lucharon los derechos civiles de la mujer.
Un 7 de septiembre de 1955, las mujeres obtuvieron el derecho de sufragar y también de ser elegidas en las elecciones generales. Por tal motivo, se reconoce y se celebra en el Perú el Día de los Derechos Cívicos de la Mujer. Al año siguiente, el 17 de junio de 1956, las mujeres peruanas participaron por primera vez en un proceso de elecciones, como electoras y como candidatas al Congreso. De esta forma, 30 candidatas se presentaron, quedando elegidas una senadora y ocho diputadas.
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