En qué casos se escribe ‘a ver’ o ‘haber’ y cuál es la diferencia
Una de las primeras enseñanzas en la escuela es aprender a escribir, sin embargo, hacerlo de forma correcta no siempre es sencillo y no conseguirlo puede ocasionar varios problemas.
No solo se trata de simples faltas de ortografía o mala sintaxis, sino que existe la posibilidad de mandar un mensaje incorrecto y completamente opuesto al buscado originalmente.
Sin mencionar que contar con una excelente ortografía puede abrirte distintas puertas, principalmente en materia profesional, ya que deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen, a la vez que ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer una persona seria y confiable.
Sin embargo, por más que se practique y se lea -una de las principales recomendaciones para tener una mejor ortografía-, en diferentes momentos la duda nos alcanza y resolverla es fundamental.
Es por eso que la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en fusión con la RAE, emite a través de su página web y de manera constante diversas recomendaciones con el objetivo de velar por el buen uso del idioma español.
‘A ver’ no es lo mismo que ‘haber’
La expresión a ver no debe confundirse con el infinitivo haber. Existe cierta tendencia a confundir la expresión a ver, formada por la preposición a y el infinitivo del verbo ver, con el infinitivo de haber.
A ver se emplea para solicitar al interlocutor que nos deje ver o comprobar algo (en modo interrogativo): «─Tengo un regalo ─¿A ver?»; expresar expectación o interés por saber algo, normalmente seguido de una interrogativa indirecta: «A ver cómo nos va en el trabajo el mes que viene»; llamar la atención de alguien antes de preguntarle, pedirle u ordenarle algo: «A ver, circulen»; expresar aceptación de algo que se considera inevitable: «─¿Pagas impuestos? ─¡A ver!», y expresar curiosidad expectación o interés, a veces en forma de reto (seguido de una oración introducida por la conjunción si): «A ver si este año nos toca la lotería», «A ver si te atreves».
En todos estos casos, por tanto, resulta inadecuado emplear el infinitivo de haber, verbo que tiene dos usos fundamentales: como auxiliar en la formación de los tiempos compuestos («Tendrías que haber venido») y como impersonal («Pudo haber alguna desgracia»).
¿Qué es la RAE?
Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.
Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.
Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.
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Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.
La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.