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El festival de Chiquito Romero en los penales para el triunfo de Boca en la Copa Argentina: de la promesa que cumplió a la “locura” de su ritual

Boca Juniors parecía tener cerrada la llave ante Almagro, al que le había sacado dos goles de diferencia en La Rioja. Sin embargo, dos errores derivaron en las conquistas de Silvera y Maidana para el Tricolor, que defendió el 2-2 y llevó a los penales la puja por un pasaje a los cuartos de final de la Copa Argentina, instancia en la que el auriazul se medirá ante Talleres de Córdoba. Y ahí otra vez Sergio Romero se calzó la capa de héroe, para tapar las fallas con sus atajadas desde los 12 pasos. Ya había ocurrido ante Nacional de Montevideo y Racing en la Copa Libertadores. Esta vez, el portero, de 36 años, brilló en el certamen federal, al contener dos disparos, el primero y el último, para cerrar el 4-3.

Tal vez por la decepción de no haber resuelto el cruce en los 90 minutos, Chiquito celebró con mesura, con un puño apretado en dirección a la vigilia de sus compañeros. Su faena no fue una más: acumula seis penales atajados en las definiciones y pasó a Oscar Córdoba, un as en el ramo con el buzo del Xeneize. Quedó a seis del Pato Abbondanzieri, el hombre récord en el ramo, tres de Agustín Rossi y uno de Agustín Orion.

Antes del epílogo del choque ante la Academia, Romero había prometido dos atajadas. Esta vez, por falta de información, solo uno. “Hoy era más difícil estudiarlos, por suerte pudimos pasar. Hoy no arriesgué mucho, dije que iba a atajar el primero, que es el que te da tranquilidad para patear”, se explayó.

Ese primer tiro de Nahuel Basualdo logró rechazarlo con los pies. “Me pasé con las manos y pude sacarlo igual”, suspiró. Luego, la zozobra volvió a la intimidad de la espera de Boca ante el remate dilapidado por Miguel Merentiel (dio en el travesaño). Hasta que Romero reapareció en el intento postrero, que le contuvo a Agustín Maidana arrojándose hacia su derecha.

“Es un trabajo general. Estuvo duro el partido, hacía muchísimo calor, tuvimos un gran rival, Almagro hizo las cosas excelente, jugó gran segundo tiempo”, elogió al contendiente, que milita en la Primera Nacional, segunda categoría del fútbol argentino.

Tras otra actuación estelar, y antes de recibir el cheque por el premio junto a sus compañeros, el ex Racing y Manchester United se dio tiempo para sacarse selfies y dar una especie de vuelta olímpica breve saludando a los fanáticos riojanos.

“Es algo lindo el reconocimiento de la gente, me hicieron sentir como en casa desde el primer día., Después de tanto tiempo en Europa, es muy lindo”, subrayó. Y hasta se animó a hablar de su ritual que hace antes de cada ejecución, que incluye golpes y diálogo con los palos y una caminata sobre la línea.

“De la cantidad de pasos no tengo ni idea, a veces son más, a veces menos, depende de la locura qe tenga en la cabeza. Pero se ganó, que es lo importante”, concluyó la apuesta de Riquelme, que logró superar las lesiones y hoy exhibe el nivel que lo llevó a la selección argentina, donde fue subcampeón del mundo (¿y puede volver en breve al predio de Ezeiza?).

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