‘Falsos positivos’: ante la JEP militares señalaron a los generales (r) Torres Escalante y Mario Montoya como responsables y devolvieron medallas
“En su artilugio para engañar a las víctimas se han quedado cortos de inteligencia. No pueden excusarse de hablar de que muchos de ustedes son culpables solamente por omisión, por la ineptitud del cargo y directamente hablamos de William Torres Escalante, quien al parecer, sobre el velo de la ineptitud, prefiere ocultarse y no decir que era un criminal de guerra”. De esta manera intervino ante la JEP Andrey Pérez, familiar de Beyer Ignacio Pérez, asesinado por militares y presentado como baja operacional en combate.
Sobre las 8:45 a. m. del lunes 18 de septiembre inició una nueva audiencia de reconocimiento de verdad por falsos positivos cometidos en Casanare entre 2005 y 2006. Allí, 21 militares que hicieron parte de la XVI Brigada del Ejército Nacional comparecieron ante la magistratura y familiares de 296 víctimas asesinadas y expuestas como integrantes de guerrillas abatidos en operaciones militares.
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En medio de la diligencia, víctimas y victimarios señalaron al general (r) Henry William Torres Escalante, entonces comandante de esa unidad militar, como uno de los máximos responsables de la comisión de esos crímenes investigados dentro del subcaso Casanare del macrocaso 03 —asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado—.
Justamente, Andrey Pérez refutó lo mencionado por el exmilitar en el sentido de que solo iba a responder ante la justicia por hechos ocurridos entre 2005 y 2007, tiempo en que fungió como comandante de la Brigada. “Se le olvidó que desde 2003 hasta 2004 fue general de operaciones del B3, por lo tanto, usted sabía, tenía y tiene el deber de revelar cada una de las acciones de sus comandantes en ese momento. Usted no lo está haciendo, se escuda en la omisión”, expuso en la diligencia.
Durante la audiencia, comparecientes como el teniente (r) Marco Fabián García sostuvo que el ex alto mando militar le entregó 45 millones de pesos por alterar expedientes sobre los falsos positivos para cambiar las versiones que entregó en la jurisdicción ordinaria.
“Yo recibí dineros con el fin de cambiar versiones, pero hoy es momento de la verdad y así como lo estoy nombrando y exaltando, yo fallé tanto en la justicia ordinaria como en la JEP en cambiar versiones (…) Recibí dineros del general Torres Escalante, fueron 45 millones de pesos, hubo un intermediario que nombré en una de las diligencias. Esos hechos sí sucedieron y yo creo que no estoy tapando nada”, explicó ante las preguntas de la magistratura y las víctimas que manifestaron no quedar satisfechas por su versión sobre falsos positivos de Daniel Torres Arciniegas y Roque Julio Torres, asesinados por soldados que estaban a su mando.
De paso, reconoció no haber entregado anteriormente los aportes plenos a la verdad, por lo que pidió perdón a las víctimas de los crímenes cometidos. “He fallado en varias versiones donde he dicho versiones que no son verdad. Mi vergüenza con las víctimas, causada con mis acciones criminales, no tiene excusa alguna”.
Luego de la confrontación que tuvo el exmilitar con una de las víctimas, el magistrado Oscar Parra aseguró que lo dicho por García sobre mentir a la JEP fue grave y que ese hecho tendrá consecuencias dentro de su sometimiento.
Exjefe de la Unidad de Inteligencia del Gaula entregó una de sus medallas
El capitán (r) Jaime Alberto Rivera Mahecha también reconoció su participación en la comisión de estos crímenes durante el conflicto armado y dijo que obtuvo varias distinciones y menciones de felicitación.
“Desaparecí, aporté a la desaparición forzada de personas inocentes y posteriormente a su asesinato, precisamente no cumpliendo con las funciones que debía cumplir como jefe de Unidad de Inteligencia. De esa manera aporté a que todo este macabro entramado criminal continuara desde el momento que llegué a esa brigada”, expuso en medio de la audiencia que completó doce horas.
En su relato describió la forma en que los soldados de la Brigada lo abordaban para pedirle labores de seguimiento a civiles identificados como “miembros de un grupo ilegal” y que posteriormente fueron asesinados. También sostuvo que fue sancionado por no hacer caso a esas solicitudes de perfilamiento.
El siguiente en realizar un acto de reconocimiento, el mayor (r) Gustavo Enrique Soto Bracamonte, que comandó el Gaula Casanare entre junio de 2006 y el 31 de octubre de 2007. De acuerdo con el expediente que reposa en el tribunal de justicia transicional, en ese periodo la unidad reportó 83 personas como bajas en combate en 60 eventos en los que se presentaron bajas operacionales de civiles identificados como guerrilleros abatidos.
Además, la Sala de Reconocimiento determinó su responsabilidad en la expansión y robustecimiento “de la suborganización criminal instalada en el Gaula Casanare, que multiplicó las muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate y que fueron presentadas a su vez como resultados de la Brigada XVI”, de acuerdo con lo señalado por el magistrado Parra.
Durante su intervención, el exmilitar se refirió a una bandera con el mensaje “¿Quién dio la orden?” colgada en el auditorio Quiripa de la Cámara de Comercio de Casanare y en la que aparecieron exmandos militares como Wilson Camargo, el propio Soto Bracamonte, Torres Escalante, César Augusto Combita Eslava y Orlando Rivas Tovar.
“Quiero reconocer mi responsabilidad en el cartel que está aquí presente, donde reconozco que soy responsable de todos los asesinatos del Gaula Militar Casanare, pero considero que hizo falta la fotografía del señor general Mario Montoya Uribe y también la del señor general Guillermo Quiñones Quiroz, porque ellos también aportaron a que acá hubiese un derramamiento de sangre con las exigencias y evaluaciones que nos hacían en mi folio de vida”, sentenció el compareciente.