Cuando la madre de la nena se enteró por la Policía Federal que su hija había sido abusada, corrompida, filmada y esos videos fueron distribuidos por Instagram, rompió en una crisis de llanto brutal. “La mujer no estaba ni enterada de lo que padecía su hija y ahora ambas tienen asistencia psicológica y contención”, contaron las fuentes del caso a Infobae para graficar el dolor de esa madre. El dato más aterrador fue que el sospechoso detenido era un amigo de su hijo.
Con la orden de la UFI N°7 del departamento judicial de Moreno-General Rodríguez, a cargo de Gabriel Lorenzo y especializada en ”Grooming”, pornografía infantil, explotación sexual y delitos conexos a la trata de personas, se llevó a cabo el arresto del sospechoso en su casa de Moreno.
El hombre fue imputado por los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal, por configurar en la víctima un sometimiento sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, corrupción de menores y tenencia -reiterada- con fines de producción y distribución de representaciones de menores de edad dedicadas a actividades sexuales explícitas, todo ello agravado por tratarse de una menor de 13 años.
La investigación, que contó con la participación de los fiscales Walter Velasquez Corrente, Cecilia Villagra y Julia Rotondi, se inició tras una alerta de Interpol que dio cuenta de la existencia de un usuario que guardaba en la nube de su celular videos de los abusos y que los distribuía por Instagram.
Los detectives, a través del mail informado por la agencia internacional, dieron con la identidad del imputado. Luego de cotejar con el RENAPER el rostro del presunto abusador y analizar sus redes sociales, descubrieron que los abusos se realizaban siempre en el mismo lugar y que la víctima era la hermana de uno de sus amigos.
Efectivos de la División Delitos Cibernéticos Contra La Niñez y Adolescencia de la Policía Federal detuvieron al agresor sexual en las últimas horas, en su casa de Moreno. Se trata de una vivienda que posee un alambrado y un portón de acceso, con un cartel de madera en el que figura la altura de la calle. En el frente, posee una edificación de material, con techos de chapa, dos ventanas con rejas de color blanco y puerta de acceso negra.
En ese sitio, incautaron los dispositivos electrónicos que hallaron en la propiedad: computadoras, celulares y una unidad de almacenamiento USB.
Los investigadores sostienen que los abusos se repitieron por varios años y esperan encontrar evidencia clave en los elementos secuestrados. Los hechos comprobados, hasta el momento, datan de diciembre de 2021, indicaron fuentes del caso.
Por lo pronto, la fiscalía pidió un diagnóstico inicial (”triage”) sobre los dispositivos móviles secuestrados que consiste en “identificar los activos comprometidos”: Usuarios, Hosts, dominios, entre otros.
Al mismo tiempo, solicitaron a la fuerza de seguridad identificar los artefactos asociados al ciberataque: Direcciones IP, dominios, URLs, tomando en cuenta si son internos o externos que se encuentren relacionadas con el delito que es investigado y al imputando.
Por último, las fuentes indicaron que, desde febrero, cuando se decidió reforzar el plantel de la fiscalía abocado a este tipo de delitos en el Departamento Judicial de Moreno – General Rodríguez, se llevaron a cabo “más de 45 allanamientos en la jurisdicción, todos con resultado positivo”.
