Guayaquil (Ecuador), 22 nov (EFE).- Ecuador cerrará el año en la zona de clasificación directa para el Mundial de 2026, al término de la sexta fecha de las eliminatorias sudamericanas, pero persisten las críticas de un sector de la prensa local y de la hinchada hacia su seleccionador, el español Félix Sánchez.
Pese a haber conseguido once puntos de dieciocho posibles, fruto de tres triunfos, un empate y una derrota, la inconformidad de parte del entorno de la selección ecuatoriana es manifiesta por el hecho, sobre todo, de que el equipo pase más apuros y sustos de la cuenta para sacar adelante los resultados.
Tal es así que, al finalizar el martes el partido contra Chile con triunfo por 1-0, se escucharon algunos gritos de "fuera Sánchez" por parte de un sector del público.
Y es que Ecuador volvió a dejar por momentos sensaciones de impotencia y desesperación para sostener la diferencia mínima, sobre todo en la recta final del partido, cuando Chile más cerca estuvo del empate e hizo que el público local terminase pidiendo la hora para que se acabase el partido.
Fue una escena similar al triunfo por 2-1 sobre Uruguay, que en la última jugada tuvo una clara ocasión para haber empatado, y también en el afortunado empate ante Colombia, donde Luis Díaz falló un penalti.
Antes que la explosión de alegría y de júbilo al final de cada partido, se observó en las tribunas y en las redes sociales, la liberación del sostenido sufrimiento.
Luego de ocupar las tres primeras plazas de las eliminatorias en el anterior proceso liderado por el argentino Gustavo Alfaro, en muchos de los análisis sobre Félix Sánchez parece no tenerse en cuenta la sanción de -3 puntos con la que Ecuador inició estas eliminatorias por el caso de Byron Castillo, una desventaja de la que supo recuperarse enseguida.
Sin embargo, eso le hace que sea actualmente quinto en la clasificación con 8 puntos, en lugar de cuarto con las 11 unidades que debería tener si hubiese iniciado con 0 puntos como el resto de sus rivales, algo que muchos parecen no apreciar en sus valoraciones.
Para el seleccionador, es necesario que sus críticos valoren los resultados cosechados contra rivales que comandan la tabla de posiciones, ya que le ganó a Uruguay (2-1), que marcha en segundo lugar con 13 puntos; y empató sin goles ante Colombia en Quito y ante Venezuela en Maturín, que son tercero y cuarto con 12 y 9 puntos, respectivamente.
Sin embargo, los críticos de Sánchez aseguran que del equipo fuerte, que aplicaba una alta presión, con o sin balón, pasó a querer ser un equipo paciente, calculador, que espera, para después proponer, y es que el técnico español busca construir su equipo desde la fortaleza defensiva, amparado en cuatro imponentes centrales como Pero Hincapié, Félix Torres, Robert Arboleda y William Pacho.
También se le reprocha que haya variado en todos los partidos el equipo titular, aunque muchos de estos cambios han sido obligados por las numerosas lesiones que ha tenido el combinado ecuatoriano en estos últimos meses.
Según los comentaristas, entrenadores y exjugadores locales, Sánchez arriesga al equipo con cambios como hizo con Chile al poner a Pacho de lateral izquierdo, pero lo cierto es que el jugador supo responder al reto de esa demarcación.
Esas mismas voces aseguran que junta en la mitad de la cancha a jugadores con características de juego parecidas y que el equipo adolece de gol, aunque esto viene de antes de Sánchez y ya se había visto en la preparación previa para el Mundial de Qatar 2022 con Alfaro.
El proceso eliminatorio se detendrá hasta septiembre próximo, pero Ecuador volverá a trabajar desde marzo, con miras a la Copa América, torneo que siempre puso a prueba a muchos seleccionadores con Ecuador y fueron pocos los que salieron bien librados.
