La importancia de tener datos y registros educativos para no gestionar a ciegas
Cuando hablamos de educación, poca importancia parecería tener algo como los sistemas de información. Las preocupaciones diarias, que abundan, nos dicen que tener formas de generar datos es un tema menor, o al menos demasiado abstracto. Sin embargo, así como es fundamental tener buenos aparatos para hacer radiografías, ecografías y demás, también es importante contar con sus equivalentes en educación. Más aún en épocas de big data, inteligencia artificial y otras tecnologías.
Desde el año 2012 existen intentos de construir un sistema nominal de información de datos educativos. Algo así como sistemas que nos permitan monitorear la “historia clínica” de cada estudiante. Por ejemplo, sistemas que nos permitan conocer si un chico abandona la escuela, si no está yendo habitualmente, si tiene notas demasiado bajas, si reporta conflictos en la casa, si se cambió de escuela o provincia, si tuvo clases ese día, entre muchas otras cosas más.
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay son países de la región que cuentan con estos sistemas. Los mismos jugaron un papel clave durante la pandemia y posteriormente, ya que permitieron a los gobiernos identificar y hacer políticas focalizadas para recuperar a aquellos estudiantes que habían abandonado la escuela.
Argentina aún no cuenta con un sistema de información nominal consolidado a nivel nacional. Es decir, no tiene una “historia clínica” educativa de cada alumno, que esté consolidado en un único registro. Para comprender cuál es la situación actual, tenemos que analizarla en dos etapas: la generación de los datos y la consolidación.
Respecto a la generación de datos hay múltiples estrategias. Según el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, hay provincias que crearon sus propios sistemas nominales y le dieron su propia impronta. Este es el caso de 12 provincias. Hay un segundo grupo de provincias que utilizan sistemas de información provistos por Nación; el SInIDE Gestión Escolar es un sistema de información provisto por Nación, y actualmente lo utilizan de forma exclusiva 7 provincias. Además, otras 3 provincias utilizan tanto sistemas propios como los provistos por Nación. ¿Qué significa esto en términos numéricos? Que al día de hoy, más del 90% de los estudiantes se encuentran registrados de manera nominal en estos sistemas.
Por otro lado, se han hecho importantes avances en la construcción de un sistema nominal de información (SInDE), aunque todavía queda mucho por recorrer. La Base Nacional Homologada (BNH) consolida el 84% de los estudiantes que cuentan con registros nominales. Si bien es un gran avance, dado que se incrementó 10 puntos porcentuales en los últimos dos años, aún queda camino por recorrer, ya que son registros estáticos y aún no se cuenta con información en tiempo real de cada estudiante.
Más aún, seguir avanzando junto a las 24 jurisdicciones del país en la construcción de sistemas de información nominales y en la consolidación de estos sistemas tiene que ser una prioridad en materia de educación, más allá de quien gobierne. Premiar los avances e identificar los caminos de mejora resulta fundamental para seguir construyendo. Ayudar a las provincias a consolidar sus sistemas y generar acuerdos para la consolidación de un sistema único de información a nivel nacional es clave para no gestionar a ciegas. En concreto, conocer cuando un niño o niña está en riesgo de abandonar la escuela, reporta problemas de violencia familiar, falta de manera sistemática a la escuela y necesita atención particular, entre otros muchos otros problemas, es información crucial para revertir los múltiples problemas que presenta la educación argentina en la actualidad.