Estudio reveló estancamiento en ventas mundiales de lujo por aumento de precios
Las ventas globales de artículos de lujo enfrentarán un estancamiento en 2024, según un informe reciente de la consultora Bain, encargado por la asociación Altagamma. Este pronóstico llega después de una ligera caída en el primer trimestre del año, atribuida a factores socioeconómicos y crecientes tensiones geopolíticas. Analistas señalan que la industria del lujo, tras un resurgimiento en las ventas pospandemia, ahora mira con preocupación temas como la inflación y el fenómeno de “vergüenza por el lujo” en China.
Claudia D’Arpizio, socia de Bain, mencionó que varios factores han contribuido a esta desaceleración, entre ellos una “crisis de creatividad” al interior de las casas de moda más importantes. “Este es un sector impulsado por la oferta. Cuando las marcas están realmente en sintonía con las necesidades del cliente, generalmente reaccionan rápidamente”, señaló D’Arpizio. El periodo 2021-2023 fue testigo de un aumento del 24% en las ventas de lujo respecto a los niveles de 2019 debido a un gasto reprimido durante la pandemia.
Japón ha surgido como un punto brillante en este panorama, en gran parte gracias al regreso de turistas extranjeros, quienes encuentran un yen debilitado frente al dólar estadounidense, lo que incentiva el consumo. Mientras tanto, Europa sigue mostrando fuertes tendencias de gasto impulsadas por turistas y un incremento en el consumo local, especialmente en ciudades francesas e italianas. En 2022, las ventas de artículos personales de lujo crecieron un 4%, alcanzando los 362 mil millones de euros (aproximadamente USD 388 mil millones). Este crecimiento se debió en parte a un resurgimiento del turismo estadounidense y asiático a Europa, según publicó The Associated Press.
Sin embargo, el informe de Bain advierte de desafíos significativos. La consultora destacó la incertidumbre política en los Estados Unidos debido a las elecciones presidenciales y la incertidumbre económica en China. Además, D’Arpizio subrayó la necesidad de ajustes estratégicos y de precios para las marcas de lujo. “No se puede crecer sin la clase media y las generaciones más jóvenes”, afirmó D’Arpizio, haciendo hincapié en un cambio en el enfoque de las marcas hacia los clientes súper ricos, en detrimento de la aspiracional clase media y la Generación Z.
La rotación en las direcciones creativas de varias casas de moda también es un elemento relevante en este estancamiento. Gucci y Moschino han presentado en las pasarelas a sus nuevos directores creativos, Valentino hará lo propio en septiembre y Chanel está en proceso de llenar su puesto vacante. Estas transiciones pueden estar contribuyendo a lo que D’Arpizio llama una falta de claridad y concentración. “Son cinco, seis marcas en proceso de renovación. Esto no ayuda al entusiasmo general”, comentó al medio.
Por otro lado, los preocupantes aumentos de precios en productos que no muestran significativa innovación están dejando a los clientes insatisfechos. D’Arpizio destacó: “Los fuertes aumentos de precios de artículos que no muestran una innovación significativa y que parecen algo que ya han visto antes, dejan a los clientes molestos y desconcertados”. Además, resaltó que las marcas buscan centrarse en una base de entre seis y ocho millones de consumidores situados en la cima de la pirámide, en un esfuerzo por mejorar los márgenes de ganancias.
A pesar de estas tendencias, el mercado global del lujo sigue siendo vasto. Sumando los viajes de lujo, las bellas artes, los automóviles y los yates, el mercado se expandió a 1,5 billones de euros el año pasado, destacando una tendencia hacia las experiencias por encima de los bienes tangibles.