Astro Bot: La importancia de fidelizar a la audiencia
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Astro Bot: La importancia de fidelizar a la audiencia
Astro Bot tomó a la industria por sorpresa y, con una fracción del presupuesto promedio de los exclusivos modernos, se puso entre los mejores juegos del año. Lo que comenzó como un juego gratuito que le daba la bienvenida a los usuarios de PlayStation 5, luego se usó para condimentar la oferta de PlayStation VR 2 y poco a poco se está transformando en un nuevo ícono para la marca. ¿Qué lección se puede aprender de este éxito inesperado? Algo que Nintendo sabe y aplica desde siempre, pero en especial a partir de la revolución de la Nintendo Wii: un concepto sólido, con foco en la jugabilidad y la diversión, siempre prevalece por sobre las producciones espectaculares de altísimo presupuesto.
El hecho de que Astro Bot sea el primer plataformero de PlayStation en alcanzar los estándares de calidad de la saga Super Mario tampoco es un dato a desestimar. Dejando de lado la tentación de hacer una -sinceramente innecesaria- comparación directa, el juego de Team Asobi consigue combinar una jugabilidad accesible y sencilla, que propone cierta complejidad a través del diseño de los niveles y deja los verdaderos desafíos como contenido opcional. Pero en el camino se encarga de recordarle a cada usuario, sin importar su rango etario, que la incursión de Sony en el gaming ha causado un impacto intergeneracional que aún hoy sigue vigente.
Aprovechando la estética propia de su universo, Astro Bot celebra a PlayStation como marca en todo sentido. Utiliza la PlayStation 5 como nave espacial, dándonos a entender que es el hogar de todos estos bots. Cada uno de ellos tiene una personalidad única y, a lo largo de toda la aventura, vamos a rescatar a un centenar de personajes icónicos de la familia Sony. Algunos jugadores reconocerán a unos pocos, otros se encontrarán inmersos en un viaje nostálgico y aplaudirán al ver que los bots utilizan Memory Cards de PlayStation 1 para navegar por el espacio como si fueran Silver Surfer. Lo cierto es que nadie queda afuera, hay referencias para todos los gustos y más allá de ser un recurso marketinero tiene un resultado inesperado: la fidelización del usuario.
Completar Astro Bot al 100%, sin conseguir todos los trofeos pero sí a los 301 robotitos, me llevó alrededor de 20 horas. Durante mi aventura me reencontré con personajes que no veía hacía una década, me emocioné con canciones que pensaba olvidadas y me di cuenta que PlayStation me acompañó a lo largo de mi vida como jugador. Más allá de que los juegos son parte de mi trabajo, también representan mi pasatiempo favorito y un mundo que me apasiona desde la niñez. El juego me recordó, desde el inconsciente, cuántos momentos increíbles viví jugando con una consola de Sony. Cuántas franquicias legendarias conocí y me hizo dar cuenta de todas las horas de vida hay guardadas entre Memory Cards y HDDs.
Cuando finalmente decidí ponerle un punto y aparte a mi experiencia con Astro Bot, me resultó difícil soltar el DualSense. En 2017 adopté las consolas de Xbox como mi plataforma de juego principal y enciendo mi PlayStation 4 o PlayStation 5 sólo para jugar exclusividades o hacer una cobertura por trabajo. Sin embargo, mi experiencia con Astro en este universo de PlayStation me generó una mezcla de nostalgia por aquellas viejas épocas y me llevó a invertir mi tiempo libre en uno de tantos exclusivos que tengo pendiente. En este caso, hurgando entre mi biblioteca de clásicos, me di cuenta que se me antojaba un Uncharted y me puse a descargar The Lost Legacy. También instalé el último Ratchet and Clank y el espectacular God of War III Remastered.
Mientras esperaba las descargas, me vino a la mente una realización: el juego de Team Asobi me había reconectado con mi historia con PlayStation. De repente, la consola que sólo usaba para Demon’s Souls Remake y Final Fantasy Rebirth me resultaba irresistible y ante mis ojos se revalorizó todo el catálogo que tenía en mi backlog personal. Cuando jugué Astro’s Playroom sentí esa misma chispa, pero pasar todo ese tiempo disfrutando con Astro Bot fue lo que volvió a encender la antigua llama. Y si me conmovió a mi, un cuarentón que juega a diario desde los 8 o 9 y trabaja revisando juegos desde hace 12 años, imagino que un usuario menos saturado lo debería sentir aún más fuerte.
Astro Bot es un éxito por donde se lo mire y creo que va a terminar siendo más importante para PlayStation de lo que nadie se había atrevido a imaginar. No sólo se trata de un gran plataformero en 3D, uno que realmente roza el inalcanzable estándar de calidad de los clásicos de Mario, sino que viene a celebrar una marca que está surfeando esta generación gracias a los laureles obtenidos durante los últimos años. Si Sony está prestando atención, debería invertir en una secuela lo antes posible y considerar seriamente traer de regreso a sus franquicias olvidadas. Y no me refiero a Killzone o Resistance, sino a Gravity Rush, LocoRoco, Patapon, Ape Escape y todos aquellos títulos que lanzamiento sobre lanzamiento forjaron la identidad de la marca. Mientras tanto, disfrutemos de este clásico instantáneo.