Barnier asegura que el alza de cotizaciones que prevé afectará a unas 300 empresas
París, 3 oct (EFE).- El primer ministro francés, Michel Barnier, detalló este jueves algunos de los aspectos del presupuesto que prevé presentar, que incluirá subidas de impuestos para los más ricos y para las empresas que tienen más beneficios, unas 300.
En una entrevista a la televisión pública France 2, el jefe del Ejecutivo reiteró que es preciso un ajuste de las cuentas, que salieron notablemente dañadas de la crisis del covid, pero negó que pretenda una subida generalizada de impuestos y que vaya a recortar los gastos drásticamente.
El Gobierno busca recortar 60.000 millones de euros en su próximo presupuesto y lo hará, según Barnier, con dos tercios de reducción del gasto público y un tercio de incremento de los ingresos.
En este último caso, el primer ministro señaló que se subirán los impuestos "a los franceses más ricos", que identificó como aquellas parejas que ganan más de 500.000 euros, con lo que pretende recaudar 20.000 millones de euros suplementarios.
Además, se incrementarán las cotizaciones patronales a las mayores empresas del país, las que facturan más de 1.000 millones de euros al año, que cifró en unas 300, una subida que durará "un año o dos como máximo".
También recordó que pedirá "un esfuerzo" a los pensionistas, a quienes no se les aplicará la subida de la pensión por la inflación hasta mediados de 2025, en lugar de a principios de año como estaba previsto inicialmente, una de sus propuestas más criticadas porque también afectan a los jubilados que menos cobran.
El primer ministro reconoció que las medidas que propone son "duras", pero las consideró "justas" y asumió "ser impopular por ser responsable" para "mejorar la situación del país".
En cuanto a la reducción de gastos, Barnier señaló que estudian fusionar ciertos servicios del Estado y no reemplazar a todos los funcionarios que se jubilen.
El primer ministro reconoció que el avance de sus cuentas dependerá del apoyo que tenga en la Asamblea Nacional, pero no descartó aprobarlas sin voto parlamentario, acudiendo a un mecanismos constitucional que le permite hacerlo pero que le expone a una moción de censura.
Reconoció que no tiene mayoría absoluta pero que tiene una mayoría suficiente para gobernar y negó que esté en negociaciones con la líder ultraderechista Marine Le Pen.
"Tenemos una base minoritaria, pero menos minoritaria que otras", ironizó el primer ministro, que se atribuyó los votos de los macronistas y los de la derecha tradicional, lo que totaliza 211 parlamentarios, frente a los 193 de la izquierda y los 142 de la extrema derecha.
"No negocio con Marine Le Pen ni con los partidos de extrema izquierda. Lo único que les digo es que representan a millones de ciudadanos que son respetables. Eso no impide que tenga enormes diferencias con ellos. Y soy consciente de que estoy en sus manos. Si se asocian, tendré que abandonar el puesto", aseguró. EFE