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Qué relación tiene Pancho Villa con la frase “fierro, pariente”

La frase "fierro, pariente" podría estar vinculada con uno de los personajes que participación junto a Francisco Villa en la revolución mexicana (Ilustración: Infobae/Jesús Abraham Avilés)

El periodo conocido como Revolución Mexicana sentó las bases para la construcción de la nación conocida hasta el día de hoy, aunque también heredó expresiones culturales y dinámicas que han perdurado a lo largo de los años. La frase “fierro, pariente”, ha adquirido popularidad en tiempos recientes, aunque algunas fuentes aseguran que su origen se encuentra en el ejército de Francisco Villa.

Dentro de Los Dorados de Villa se consolidó una élite de dirigentes destacados por sus habilidades militares en la revolución, pero uno de los más reconocidos por su peculiaridad personalidad fue Rodolfo Fierro, también llamado General Fierro o Fierritos.

Fue una de las figuras más cercanas a Francisco Villa por su lealtad, pero el otro rasgo que lo llevó a codearse con el Centauro del Norte, y hasta convertirse en lugarteniente, fue su ferocidad en el campo de batalla. Por ello, era el gatillero y ejecutor de las órdenes más sanguinarias emitidas por el líder.

(Mediateca INAH/Casasola)
Gracias a su personalidad se convirtió en uno de los personajes más allegados al Centauro del Norte (Mediateca INAH/Casasola)

Felipe Ángeles, quien también era uno de los hombres de mayor confianza para Francisco Villa, dedicó un espacio en su Diario de la Batalla de Zacatecas, para describir la personalidad de Fierritos en el campo de guerra. Incluso, lo catalogó como uno de los personajes que más impresión le causó en medio del conflicto bélico.

“Veía yo acumularse los episodios que más gratamente me impresionaron: la precisión de las fases, el ímpetu del ataque, el huracán de acero y plomo, (…) los heridos heroicos que como Rodolfo Fierro andaban chorreando sangre, olvidados de su persona para seguir colaborando eficazmente en el combate”, escribió.

Al respecto, el apellido de Rodolfo Fierro fue inmortalizado con el paso del tiempo por su osadía y frialdad para las empresas más sanguinarias de la revolución. Una de ellas fue cuando ejecutó a los “colorados”, un grupo de prisioneros enemigos a cargo de Pascual Orozco en el ejército maderista.

(Mediateca INAH)
Rodolfo Fierro se unió a las tropas de Villa en 1913 (Mediateca INAH)

En ese sentido, se convirtió en sinónimo de osadía y gallardía, por lo que un sector de la sociedad atribuye la frase “Fierro, pariente” al líder revolucionario de los Dorados de Francisco Villa.

¿Quién fue Rodolfo Fierro?

De acuerdo con el autor Ernesto Gámez, quien se encargó de inmortalizar la vida del general en el libro Rodolfo Fierro “La Bestia Hermosa”, Fierritos nació el 27 de julio de 1880 en el municipio de El Fuerte, Sinaloa, pero con apenas 15 días de nacido fue abandonado por su madre biológica.

En su juventud desempeñó el oficio de ferrocarrilero, pero en septiembre de 1913 se incorporó a la revolución mexicana. En primera instancia tuvo contacto con Tomás Urbina en la División del Norte comandada por Villa, pero son el transcurso de los meses comenzó a destacar por su atrevida personalidad en el terreno de batalla.

(Mediateca INAH/Casasola)
Rodolfo Fierro fue un personaje relevante en varias campañas bélicas de la División del Norte (Mediateca INAH/Casasola)

Su primera ocupación fue la de pagador, aunque en noviembre del mismo año tomó parte en su primer suceso de armas al lado de Martín López en la batalla de Tierra Blanca. En esa ocasión, cuando los villistas se encontraban por tomar Ciudad Juárez, el Centauro del Norte ordenó el avance para tomar por sorpresa a huertistas y orozquistas, por lo que encomendó a Fierro traer la artillería para complementar su ataque sobre la marcha.

La acción fue completada de forma satisfactoria y los villistas lograron avanzar gracias a Fierro. En ese momento fue nombrado jefe de guías, grupo con el que días más tarde realizó otra hazaña. Y es que una vez que tomaron el control de la plaza, los sobrevivientes del ejército huertista y orozquista intentaron huir.

Los derrotados corrieron en todas las direcciones, pero un grupo intentó escapar a bordo de un tren del Centauro del Norte. En ese sentido, Fierro le dio alcance cuando comenzaba su marcha y mientras era blanco de las balas de los tripulantes. Una vez que llegó al vehículo, abandonó su caballo y se desplazó por el techo para llegar hasta la cabina y frenar la marcha del convoy.

Francisco Villa y Emiliano Zapata (AHUNAM)
Fierro estuvo presente en la icónica fotografía de Francisco Villa y Emiliano Zapata en el Palacio Nacional (AHUNAM)

Su actuación fue eficaz en la campaña contra Victoriano Huerta y triunfó en la toma de Torreón, San Pedro de las Colinas, Zacatecas y Paredón. Acompañó a Villa a la Convención de Aguascalientes, pero en 1915, con una derrota en Guadalajara, se convirtió en preso de su facción al sufrir una derrota que costó la muerte de una gran cantidad de Dorados.

Villa lo aprisionó y dio la orden de fusilarlo, por lo que fue enviado a Chihuahua. No obstante, meses más tarde recibió un indulto por la falta de elementos que entonces padecía el ejercito villista. De esa forma continuó luchando al lado de su líder hasta su muerte en octubre de 1915, a los 35 años.

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